¡Hoy cumplo 38 años! Aunque normalmente suelo desconectarme en este día y pasar tiempo con mi familia, sentí la necesidad de escribirles. Este año había planeado con entusiasmo una celebración junto a mi familia, pero debido a la salud de uno de mis hijos, tuvimos que cancelar en el último momento (literal de camino al hotel). Afortunadamente, mi hijo está bien, solo que sufre de asma y hemos aprendido que es mejor que se quede en la casa cuando no se siente al cien por ciento. Aunque me considero alguien que se adapta bien a los cambios, debo admitir que esta situación me agüevó un toque. Estaba emocionado con el plan pues hace rato tenía ganas de hacerlo y se había vuelto en un pequeño sueño para mí. Justo cuando estaba todo listo, no pudimos concretarlo. Así es la vida, llena de cambios y muchos repentinospero lo importante es saber adaptarse y tener buena actitud, y al final ser agradecidos porque nada serio está pasando.
No viene al tema de hoy pero el hotel se portó a la altura, llame el mismo día a contarles lo que sucedió y un par de minutos después me llamaron que el gerente había autorizado que vinieramos otro día sin ningún costo. Osea, en un momento vulnerable, creyeron en mí y me dieron un servicio de calidad. Gracias a El Silencio Lodge ;)
Hoy quiero reflexionar acerca de nuestros sueños. Hace poco invité a almorzar a alguien sumamente importante en mi vida, una persona que ha sido mi apoyo constante desde que nací: Roger, mi chofer durante más de 20 años y, más que eso, un miembro más de la familia. Me considero afortunado por tener muchos buenos amigos cercanos dispuestos a ayudarme en cualquier situación, y Roger es uno de ellos. De vez en cuando lo invito a almorzar, ya que me gusta cultivar mis relaciones y siempre la paso bien con él. Sin embargo, esta vez noté en Roger una determinación inusual. “Amadeo, mi sueño es trabajar durante un año en el extranjero; es algo que necesito lograr.”
Esto me hizo reflexionar sobre lo importante que son los sueños para las personas. ¿Qué sucede con aquellos que no los tienen? Todo parece perder sentido de alguna forma. Si no soñamos, simplemente vivimos para sobrevivir, sin experimentar la verdadera pasión y felicidad que los sueños pueden brindarnos. Soñar es nuestro mejor motor en la vida. Personalmente, tengo muchos sueños: deseo vivir una temporada en la playa y en otro país, correr las 24 horas de Daytona y Nürburgring, crear un unicornio centroamericano, impulsar a jóvenes emprendedores y brindar más oportunidades a quienes más lo necesitan. Por supuesto, también sueño con convertirme en el mejor papá del mundo. Podría añadir muchos más sueños a esta lista, y eso me llena de alegría, ya que soy un soñador y eso es lo que impulsa mi vida; es mi gasolina.
En fin, 38 años, una edad especial para mí, ya que el número ocho es mi favorito (seguramente ya saben por qué), pero además, el ocho es el símbolo de lo infinito, representa la unión entre lo espiritual y lo material, y simboliza la perseverancia.
Cada año, trato de hacer alguna donación o un buen gesto en mi cumpleaños, y este año se me ocurrió cumplir 8 sueños. Aún no sé cómo, cuándo o a quién se los cumpliré, pero esa es mi meta. Y recuerden, los sueños pueden ser cosas pequeñas para el mundo, pero muy grandes para cada uno de nosotros. ¿Cuáles son los de cada uno de ustedes?
Abrazo y feliz cumple para mi… y a mi hermana gemela (para los que no sabían).
Pura vida.
Soy Amadeo, un emprendedor de la vida, impulsado por lo social, amante de la adrenalina y papá de dos hijos. Me encantan los negocios, sobre todo los emprendimientos, pero lo que más me mueve es formar más capitanes, que como yo, puedan tener las oportunidades para ser feliz, soñar y dejar una huella.
El calor de este finde no vino del clima, sino de la cabeza... de esos momentos en que las emociones se suben a mil. Siempre he sido una persona bastante competitiva, de las que no les gusta perder, que empuja fuerte, y además, bastante “fosforín”. Pero uno va creciendo, va cambiando. Y aunque sigo siendo apasionado por competir y por dar lo mejor de mí, siento que hoy mi nivel de control ha mejorado Este año decidí volver a correr karts. Hacía más de 20 años que no me montaba en un kart....
Siempre estoy cuestionando mi rol en el mundo: qué quiero hacer y qué debo hacer. No es una crisis existencial, sino una búsqueda constante de cómo sacarle el máximo provecho a la vida. Para bien o para mal, me cuesta estar conforme con lo logrado. Siempre quiero más. Charlie Munger decía que “The secret to happiness is to lower your expectations”, pero claramente, ese no es mi caso. Para mí, ese impulso de buscar más es mi motor. Claro, a veces tengo que frenarlo un poco, porque, por ir tan...
Hasta hace unos meses, pensaba que la tecnología era un gran complemento para nuestra mente. Hoy, después de experimentar más con la inteligencia artificial, creo que, más bien, puede ser un enemigo. Podemos preguntarnos: ¿Acaso la calculadora nos hizo tontos? No, pero estamos en otro juego. La IA ya nos supera y, al hacerse más fácil de usar, dejará poco espacio para que ejercitemos nuestro cerebro. Por ejemplo, ahora escribo este boletín porque voy aburrido en el avión sin internet, pero la...