Hace 8 años, estaba saliendo hacia la playa y subiendo por la Ruta 27, antes del cruce donde uno sigue hacia Orotina o se sale en el peaje hacia Ciudad Colón, cuando me detuvieron por exceso de velocidad y terminaron quitándome el carro. Sí, un buen ejemplo NO estoy dando, pero bueno, son lecciones aprendidas. Lo que les puedo decir es que desde entonces no he tenido ningun otro parte, así que al menos he mejorado.

Pero, ¿por qué les cuento esto? Resulta que se me venció la licencia y, al intentar renovarla, me di cuenta de que había perdido seis puntos debido a ese incidente. Me mandaron a hacer servicio social para recuperarlos, y la verdad es que fue una experiencia bonita. Fui a la Casa de María Auxiliadora para ayudar a armar paquetes de ropa y juguetes destinados a niños en situación vulnerable en diferentes partes del país. Así que aquí va un anuncio parroquial: si tienen juguetes o ropa en buen estado, llevenlos ahí porque les aseguro les van a dar un buen uso y van hacer feliz a muchos niños esta Navidad.

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Y hablando de Navidad y de DAR. ¿Recuerdan la promesa que hice cuando cumplí años? Si no, aquí les dejo lo que escribí: "En fin, 38 años, una edad especial para mí, ya que el número ocho es mi favorito (seguramente ya saben por qué), pero además, el ocho es el símbolo de lo infinito, representa la unión entre lo espiritual y lo material, y simboliza la perseverancia. Cada año, trato de hacer alguna donación o un buen gesto en mi cumpleaños, y este año se me ocurrió cumplir 8 sueños. Aún no sé cómo, cuándo o a quién se los cumpliré, pero esa es mi meta. Y recuerden, los sueños pueden ser cosas pequeñas para el mundo, pero muy grandes para cada uno de nosotros."

Me siento feliz de contarles que ya lo hice, y la verdad me sentí muy bien. Espero que los jóvenes hayan tenido una experiencia fantástica. Lo primero fue seleccionar a quién le cumpliría el sueño. Cuando publiqué ese mensaje hace varios meses, un amigo me escribió: "Cumpleañero, felicidades. Ya que andas buscando repartir sueños (para que veas que leo tu newsletter)... en La Esquina siempre tenemos muchachos y muchachas con muchos sueños por cumplirse ;)... todos relacionados con el trabajo y/o educación."

Este grupo forma parte de un proyecto llamado La Esquina, una incubadora social que surgió en 2013 y brinda oportunidades de superación, apoyo y empoderamiento a jóvenes de comunidades en riesgo social de Costa Rica. Me pareció genial, así que comenzamos a coordinar para convertir este proyecto en realidad. Se nos unió María Sánchez, una de las líderes de la iniciativa durante muchos años, y comenzamos haciendo una encuesta para descubrir cuáles eran los sueños de cada uno. El resultado fue bastante inspirador porque, sorprendentemente, el sueño de la mayoría era aprender inglés. ¿Tuanis, no? Aunque era una bonita idea y con gran impacto, el proyecto no se trataba de eso, así que les explicamos que debía ser algún gusto o lujo, no algo educativo. La mayoría quería poder ir con sus familias a un paseo a la playa.

Le pedí ayuda a Mau Miranda, gerente de la fundación, y buscamos una noche todo incluido en el Fiesta para que todos pudieran ir con sus familias. Además, les dimos tarjetas de regalo para que pudieran comprarse algo extra. Las fotos y agradecimientos que recibimos fueron muy gratificantes, así que siento que el que más ganó fui yo. ¿Les cambiamos la vida? Probablemente no, pero eso nunca fue la idea. Estoy seguro de que les ayudamos a tener un rato feliz con sus familias y les dimos algo de esperanza de que algunos sueños siempre se pueden cumplir, y vale la pena seguir luchando por ellos. Y ¿saben qué más? Les pedimos a cada uno de ellos que hiciera un buen gesto de agradecimiento para alguien, ¡y todos se apuntaron! Algunos llevaron comida a gente en la calle, otros ayudaron a niños con sus estudios, y algunos fueron a pintar. En fin, ¡un chuzo!

Y ustedes, ¿qué sueños tienen? ¿Les gustaría cumplir el sueño de alguien más? Les pongo las cosas fáciles: busquen ropa y juguetes usados en buen estado y llévenlos a Casa María Auxiliadora. Ellos están enviando todo tipo de paquetes a niños y jóvenes en zonas marginales y de escasos recursos.

Pura vida.

P.D. La semana pasada estaba jugando tenis y no tenía un antivibrador para la raqueta, ya que se lo había dado a mis hijos la semana pasada cuando los llevé a su primera clase (papá orgulloso). El punto es que me encontré uno en la cancha, lo agarré y le dije a mi amigo con quien estaba entrenando: "Mae, ojo se le cayó" y me dijo "no, ese no es mío". Entonces, yo dije: "Ay, diay, genial, ahora es mío" y se lo puse a la raqueta. Cuando llegué a la casa, como que me sentí mal porque la verdad lo que hice no estaba correcto, así que inmediatamente le tomé una foto y se la envié a la administración de tenis del club, diciendo que aquí estaba eso por si alguien preguntaba. Fin. ¿Y por qué se los cuento? Diay, no sé, pero tal vez porque a veces uno hace cosas sin pensar que no son lo correcto, pero si a uno le queda ese sentimiento, es mejor devolverse a quedarse con algo así dandole vuelta en la cabeza.

P.D. 2. Hace unos días tuvimos una gran charla de la asociación JxCR con don Ramón Mendiola. Les dejo un enlace con fotos y aprendizajes https://www.linkedin.com/posts/amadeo-quir%C3%B3s-mart%C3%A9n-7ba1ab21_en-el-mundo-empresarial-encontrar-un-prop%C3%B3sito-activity-7128405473074024448-0Tj8?​

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